Conoce a los autores
César David Saucedo Muñoz
David Yuste Girón
Las Palabras Descarriadas: Seguramente te gustan varios escritores, ¿puedes nombrar alguno?
César David Saucedo Martín: H. P. Lovecraft (Los Otros Dioses…) y J. J. Benítez (La Rebelión de Lucifer…) son mis favoritos.
LPD: Otra pregunta complicada: ¿puedes decirme tus tres novelas favoritas?
CDSM: La Rebelión de Lucifer, Líbranos del Mal, que tiene un toque de terror auténtico que no se ve hoy en día. Por último, Marina, de Zafón.
LPD: ¿Y alguna obra literaria te ha decepcionado?
CDSM: Dos Velas para el Diablo, de Laura Gallego. Teniendo en cuenta lo que es Laura Gallego en el mundo literario, me pareció demasiado simple, tirando de tópicos constantemente.
LPD: ¿Qué has leído últimamente?
CDSM: El Visitante, de Stephen King.
LPD: ¿Recuerdas la primera novela que leíste?
CDSM: El Señor de las Tinieblas, de Figueroa. Una premisa de lo más interesante.
LPD: ¿Cuáles son tus géneros literarios preferidos a la hora de escoger lectura?
CDSM: Terror, fundamentalmente. El resto depende de mi estado emocional.
LPD: ¿Eres capaz de explicar cómo te picó el gusanillo del escritor? ¿Cuántos años tenías?
CDSM: Tendría unos doce años. En clase de Música faltó la profesora y tuvo que impartirla la de Artes Plásticas. La mujer estaba aburrida, y nos dio una serie de palabras para que conformáramos un cuento con ellas. Cuando terminé el cuento y tuve que leerlo en voz alta, la profesora incentivó este sueño.
LPD: ¿Tienes alguna obra olvidada en un cajón a la espera de salir a la luz?
CDSM: Sí, por supuesto. Creo que eso es algo que compartimos la mayoría de escritores. Las obras literarias tienen sus momentos, como todo en la vida. Hay que saber cuándo sacar algo a la palestra. Escribimos juntos, así que es natural que pensemos lo mismo en este aspecto.
LPD: ¿Cuáles son tus planes de futuro? ¿Tienes alguna obra en mente?
CDSM: Continuar incansablemente con nuestro trabajo como escritores y formar una empresa de arte, para poder tocar todo tipo de disciplinas, desde el cine a la música pasando, como no podía ser de otra manera, por la escritura.
Las Palabras Descarriadas: Seguramente te gustan varios escritores, ¿puedes nombrar alguno?
David Yuste Girón: J. R. R. Tolkien (El Señor de los Anillos, El Hobbit…), Robin Cook (Cerebro, Coma, Crisis…) o Santiago Posteguillo (Los Asesinos del Emperador, Circo Máximo…) son de mis preferidos.
LPD: Otra pregunta complicada: ¿puedes decirme tus tres novelas favoritas?
DYG: El Señor de los Anillos, por todo lo que engloba e implica; Circo Máximo, la segunda parte de la trilogía de Trajano de la mano de Posteguillo, ya que la considero la más completa, y El Honor del Samurai, de Takashi Matsuoka, un escritor poco prolífico pero bastante interesante en sus planteamientos.
LPD: ¿Y alguna obra literaria te ha decepcionado?
DYG: Bellas Durmientes, de Stephen y Owen King. Un auténtico despropósito para el denominado Rey del Terror.
LPD: ¿Qué has leído últimamente?
DYG: La Montaña del Alma, de Gao Xingjian.
LPD: ¿Recuerdas la primera novela que leíste?
DYG: El Señor de los Anillos, aunque era joven y no entendí demasiado bien su significado hasta pasados unos años.
LPD: ¿Cuáles son tus géneros literarios preferidos a la hora de escoger lectura?
DYG: Suelo leer novela histórica, pero no le hago ascos a ningún género. Creo que en cualquier continente puede encontrarse un contenido de calidad. Es cuestión de buscar y tener suerte.
LPD: ¿Eres capaz de explicar cómo te picó el gusanillo del escritor? ¿Cuántos años tenías?
DYG: Una profesora de Lengua, en el instituto, nos mandó a realizar una redacción. Tendría catorce o quince años. Elogió tan efusivamente mi trabajo en aquel momento que me hizo sentir como alguien que ha encontrado su propósito en la vida. Y así fue.
LPD: ¿Tienes alguna obra olvidada en un cajón a la espera de salir a la luz?
DYG: Sí, por supuesto. Creo que eso es algo que compartimos la mayoría de escritores. Las obras literarias tienen sus momentos, como todo en la vida. Hay que saber cuándo sacar algo a la palestra.
LPD: ¿Cuáles son tus planes de futuro? ¿Tienes alguna obra en mente?
DYG: Siempre tenemos obras en mente, así que los planes de futuro pasan por acabarlas y sacarlas a la luz convenientemente. El mundo literario es cruento, inmisericorde con aquellos que no se sacrifican y mantienen un ritmo de trabajo adecuado, a pesar de lo poco agradecido que puede llegar a ser. Tal es el dilema del escritor en estos tiempos de masificación.
Conoce la obra: El infierno del artista
LPD: Comenzaré por el principio, ¿cómo fue el proceso para elegir el título?
CDSM / DYG: No hubo proceso; surgió de la manera más natural posible. Solo tuvimos que mirarnos en el espejo y hacer un ejercicio de vaticinio: ¿qué nos esperaba en el futuro si seguíamos este camino? Desde luego, no serían rosas. Sería un infierno, uno muy personal, pero no por ello menos doloroso. Con esa premisa no solo nombramos la novela, sino que trazamos los caminos de los personajes.
LPD: ¿Cómo nació la idea de escribir “El infierno del artista”?
CDSM / DYG: Mientras avanzábamos en una novela que considerábamos más seria, la primera que completamos pasaba sin pena ni gloria por las editoriales que intentábamos contactar. Aunque era un primer paso y no alcanzar el objetivo era plausible, la frustración nacida de ello nos dio la energía necesaria para abordar El Infierno del Artista.
LPD: Toda obra literaria tiene alguna escena más complicada de escribir, ¿existe esa escena en “El infierno del artista”?
CDSM / DYG: No especialmente. Hay muchas obras en las que tienes que pasar por varios procesos antes de echar mano a una escena. Lo primero es mentalizarte, hacer un ejercicio de introspección para poder plasmar las reacciones más humanas posibles. Luego está la documentación, la cual esta novela no ha requerido. Todo estaba a flor de piel, listo para ser transmitido.
LPD: ¿Sabéis cuánto tiempo necesitasteis para tener la novela lista para su publicación?
CDSM / DYG: Entre un año y un año y medio, aproximadamente.
LPD: ¿Reescribiriáis alguna escena?
CDSM / DYG: No. Eso ya se hizo en el proceso de corrección y edición, antes de contactar con cualquier editorial. Un escritor debe ser fiel a los sentimientos del momento, ya que es la única manera de transmitir las cosas con honestidad. Para otro tipo de enfoque siempre surgirá otro escenario, otra obra en la que dejar un pedazo de alma distinto.
LPD: ¿Os sentís identificados con algún personaje de “El infierno del artista”?
CDSM / DYG: Con todos y con ninguno. Como autores, sabemos mantener las distancias con nuestros personajes, pero, al mismo tiempo, es inevitable que permeen detalles de nuestra esencia.
LPD: Algunos escritores se basan en personas de su entorno para crear a sus personajes, ¿ha sido el caso en vuestra novela?
CDSM / DYG: Siempre se analizan ciertas características para poder contar con una base, pero el proceso para crear a un personaje es más complicado en nuestro caso. Consideramos que es nuestro punto fuerte y, como tal, le damos muchas vueltas para que, sea cual sea el origen, acabe por convertirse en lo que planeamos.
LPD: No me puedo olvidar de la portada. ¿Me podéis explicar cómo fue el proceso de elección?
CDSM / DYG: La editorial contactó con nosotros para ver si nos parecía bien la elección, y aceptamos. Es simple, pero consideramos en su momento que representaba adecuadamente el concepto de la novela.
LPD: ¿Qué le diriáis a un lector que duda si leer “El infierno del artista”?
CDSM / DYG: Le diríamos que una lectura puede ser amena a la par que enriquecedora, y que más allá de que la novela narre un infierno particular, puede alcanzar el corazón de cualquier público, pues los sentimientos que se expresan son compartidos en todos los ámbitos de la sociedad.
LPD: Para finalizar la entrevista, si pensáis que me he olvidado de preguntar algo, ahora es vuestro momento.
CDSM / DYG: Recordar a los lectores que pueden encontrarnos en las redes sociales (Instagram, Facebook, Twitter) bajo nuestra marca, El Ente Autores. Estad atentos a futuros proyectos y, si os gustan nuestras obras, no os olvidéis de apoyarnos. ¡Muchas gracias!