Reseña 40: La piedra de los siete ojos

Sinopsis

LA PIEDRA DE SIETE OJOS relata la historia del más sensacional hallazgo arqueológico de los últimos tiempos, el candelabro de siete brazos del Templo de Jerusalén, la Menorah de oro descrita en la Biblia.

La aventura comienza en la Roma imperial del siglo IV, a punto de sucumbir a la invasión bárbara. El candelabro, llevado allí por el general Tito tras la conquista de Jerusalén, comenzará un nuevo viaje que lo conduce a la península ibérica.

Pasan los años y es olvidado, hasta ser descubierto en el siglo XIV por el tesorero del rey Alfonso XI de Castilla, Micer Jucef, de origen judío.

Un descendiente del tesorero, un médico llamado Ben Leví, lo reencuentra en Valladolid, en el incierto año de 1492. Perseguido por una fanática hermandad se verá obligado a esconderlo de nuevo. Tras la expulsión de los judíos de Castilla y Aragón, se pierde toda noticia de la sagrada reliquia…

Amelia Galván, una joven arqueóloga, ve interrumpidas sus vacaciones por la súbita muerte de su inquilino. Entre los objetos del muerto encuentra unas fotos con un extraño grabado, que hacen que comience a investigar.

Se suceden así una serie de descubrimientos señalados por la piedra de siete ojos. Pistas halladas por internet, arcanos de la Cábala y pergaminos con textos secretos nos conducen por las rutas de la antigua mesta a distintas capitales del reino de Castilla.

En esos mágicos lugares, Amelia, junto con sus colaboradores, va encontrando nuevos fragmentos del enigmático rompecabezas, hasta llegar a un final sorprendente.

Reseña

De nuevo escribo una reseña de una buena novela gracias al ofrecimiento que recibí de Reseñan Sancho. Hoy os daré mi opinión sobre una novela de aventuras e historia, de esas novelas que lees a toda marcha deseando conocer que pasa a continuación.

«La piedra de los siete ojos» comienza su andadura en la Roma, justo antes de la invasión por parte de los visigodos. Allí aparece por primera vez el objeto que será el centro de toda la trama; el mítico candelabro de siete brazos del Templo de Jerusalén que lleva en nombre de Menorá. ¿Y qué es la Menorá? Lo mejor es leerlo en la Torá donde se explica como Dios le indicó a Moisés como debía ser la Menorá:

« 31 Harás además un candelabro de oro puro. El candelabro, su base y su caña han de hacerse labrados a martillo; sus copas, sus cálices y sus flores serán de una pieza con él. 32 Y saldrán de sus lados seis brazos; tres brazos del candelabro de uno de sus lados y tres brazos del candelabro del otro lado. 33 Habrá tres copas en forma de flor de almendro en un brazo, con un cáliz y una flor; y tres copas en forma de flor de almendro en el otro brazo, con un cáliz y una flor; así en los seis brazos que salen del candelabro. 34 Y en la caña del candelabro habrá cuatro copas en forma de flor de almendro, con sus cálices y sus flores. 35 Y habrá un cáliz debajo de los dos primeros brazos que salen de él, y un cáliz debajo de los dos siguientes brazos que salen de él, y un cáliz debajo de los dos últimos brazos que salen de él; así con los seis brazos que salen del candelabro. 36 Sus cálices y sus brazos serán de una pieza con él; todo ello será una sola pieza de oro puro labrado a martillo. 37 Entonces harás sus siete lámparas; sus lámparas serán levantadas de modo que alumbren el espacio frente al candelabro. 38 Y sus despabiladeras y sus platillos serán de oro puro. 39 El candelabro, con todos estos utensilios, será hecho de un talento de oro puro. 40 Y mira que los hagas según el diseño que te ha sido mostrado en el monte ». —Éxodo 25:31-40.

Y ahora, que ya tenéis una breve idea de que era la Menorá, sigo escribiendo mi opinión.

Tras comenzar en Roma, después la novela se traslada a la época actual para presentarnos a la protagonista, Amelia. Una joven arqueóloga, pero no una Indiana Jones como ella misma nos lo indica. La autora nos la presenta como una joven con los pies en la tierra, que sabe lo que quiere y que le gusta una existencia tranquila. O al menos eso es lo que ella se piensa…

Con estos puntos de vista tan opuestos, hice lo que me vino en gana, que fue estudiar lo que de verdad me apasiona: la Historia. Me especialicé en Historia del Mundo Antiguo y Medieval, más concretamente en Arqueología. Pero no piensen que me va el rollo Indiana Jones, ni mucho menos. Lo de correr delante de una piedra gigante, con sombrero y látigo en ristre, nunca fue para mí. Tampoco me gustó nunca pasar calor y penurias en las excavaciones. Como pueden ver, no soy el prototipo de arqueóloga. Lo mío es el estudio, tranquila y calentita en la biblioteca, de todo aquel libro que caiga en mis manos.

Durante el resto de la novela, de diez capítulos y un epílogo, se viaja al pasado y volvemos al presente; siempre tras la Menorá. Ese desdoblamiento temporal podría haber perjudicado a la novela, pero la autora ha tenido el suficiente oficio para crear dos historias paralelas que se complementan a la perfección, sin que ninguna de las dos tenga más peso sobre la otra en la solución final.

Además de Amelia, una protagonista inteligente pero que peca de confiada. Y esa confianza le traerá cierto conflicto con cierto personaje del que no hablaré para no desvelaros nada. Sí, la chica es tan inteligente como ciega, sentimentalmente hablando. Y ya, no os digo más.

En resumen, una novela recomendable que se lee con facilidad gracias a una trama bien escrita y unos personajes desarrollados y nada planos.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.