Entrevistamos a Antonio Campoverde, autor de María Emilia, entre la verdad y la tristeza.
Conoce al autor: Antonio Campoverde
Las Palabras Descarriadas: Seguramente te gustan varios escritores, ¿puedes nombrar alguno?
Antonio Campoverde: Por supuesto, me gusta mucho Miguel de Cervantes; siento que me representa como escritor; porque me siento a veces como un individuo en busca de aquel lugar que quizás mi literatura encuentre pero, en vida, creo que yo no. Tal como Cervantes, aunque él provenía de una familia acomodada, mientras que yo no; por eso mis obras siempre van influidas desde el corte social.
LPD: Otra pregunta complicada: ¿puedes decirme tus tres novelas favoritas?
AC: Don Quijote. Amadís de Gaula. La metamorfosis.
LPD: ¿Y alguna obra literaria que te ha decepcionado?
AC: Casi todos los premios Planeta me han decepcionado.
LPD: ¿Qué has leído últimamente?
AC: Más que leer, me gusta releer los libros que me gustan. Los últimos que recuerdo, fueron dos obras de destacadas escritoras de quienes escribí una reseña:
Boomerang, de Achy Ovejas
La orfebre, de Mildred Garcerant
También, por supuesto. Estoy leyendo la saga “La seducción de los sudacas”; son siete novelas magistrales de mi maestro, el Dr. Carlos Carrión Figueroa. Recomendadísimo.
LPD: ¿Recuerdas la primera novela que leíste?
AC: Es una pregunta difícil, creo que fue “El viejo y el mar”, en la traducción de Deusto, ediciones.
LPD: ¿Cuáles son tus géneros literarios preferidos a la hora de escoger lectura?
AC: El narrativo y el lírico, principalmente. No escojo los libros por: terror; novela negra; cuento; ficción. Nada de eso. Los leo por su estilo. Me gusta que sea fluido y a la vez, literario. Si me dicen que hay un buen libro de terror, o de cualquier cosa, y no considero su estilo como fluido y literario, desisto de aquella lectura, porque siento que le ha faltado más
trabajo; hay muchos escritores que publican sin antes revisar exhaustivamente sus escritos; me ha pasado, por ejemplo, con “Noticia de un secuestro” de García Márquez; empiezo a leerlo y me aburre muchísimo; no así con el resto de libros del autor.
LPD: ¿Eres capaz de explicar cómo te picó el gusanillo del escritor? ¿Cuántos años tenías?
AC: Cuando ya lo pensé seriamente fue cuando tenía trece años; yo quería ser científico; me gustaba muchísimo las ciencias naturales y la biología; sin embargo, la falta de dinero para costearme un pequeño laboratorio casero (hasta los guantes de látex tuve que fiarlos en la farmacia), me hizo pensar en una alternativa más adecuada a mi situación económica.
LPD: ¿Tienes alguna obra olvidada en un cajón a la espera de salir a la luz?
AC: Tengo varias:
La segunda parte de “María Emilia, entre la verdad y la tristeza” “Encrucijada digital”, que es una novela experimental, posiblemente; yo pienso que subjetiva.
“La tragedia enmascarada” que ha sido considerada como una novela experimental por el gran autor Salvador Jaramillo.
“La epopeya épica al Abya Yala”, que aún está de pulir.
Así mismo, el segundo tomo de “Me reniego, la biblia del nacionalismo en el Abya Yala”; que se trata de un ensayo.
LPD: ¿Cuáles son tus planes de futuro? ¿Tienes alguna obra en mente?
AC: Me gustaría mucho terminar con la “Epopeya épica al Abya Yala”. Llevo apenas doscientas páginas del borrador y la meta era llegar a las mil; Además está “enterito” de pulir; creo que, si le dedicara todo el tiempo, la labor me tomaría unos diez años.
Conoce la obra: María Emilia, entre la verdad y la tristeza
LPD: Comenzaré por el principio, ¿cómo fue el proceso para elegir el título?
AC: El primer título, y el que de verdad me gustaba era: “Navidades escadumbrosas”, quizás no tenga significado, pero ése era. El cambio responde más a la sugerencia del editor de que cambiara el título por uno más comercial; por lo que tuve que escoger ese nombre que para mí no significa nada, pero, para el público, que conoció el caso real de una niña que fue asesinada en mi ciudad, ese nombre tiene significado. Una, porque causó conmoción social en todo el país, y dos, porque a todos nos entristeció aquel terrible suceso.
LPD: ¿Cómo nació la idea de escribir “María Emilia, entre la verdad y
la tristeza”?
AC: Cuando leí “Abril Rojo” del maestro Santiago Roncagliolo me dio ganas de escribir una novela como esa. Entonces, tenía una parte del libro escrito; sin embargo, por el apuro de escribir una novela corta para el Concurso Nacional “Miguel Riofrío”, y al no tener más que un mes, decidí retomar ese proyecto, ya que, una novela tipo thriller es mucho más sencilla de escribir que una novela entreverada como “Encrucijada digital”, que era la que estaba escribiendo en ese tiempo, o “La tragedia enmascarada” que escribí después, para otro concurso similar.
LPD: Toda obra literaria tiene alguna escena más complicada de escribir, ¿fue el caso en “Baile de lenguas”?
ETS;
La escena más complicada de escribir fue aquella en la que el fiscal
está en un almuerzo con las autoridades y conoce a su jefe, el
Comandante del Ejército. Fue tan difícil de escribirla, que
prácticamente no me aparté nada, de la influencia directa de “Abril
Rojo”.
LPD: ¿Sabes cuánto tiempo tardaste en tener la obra lista para su publicación?
ETS: La empecé a escribir en 2015. Estuvo en un cajón durante tres años y la acabé en junio del 2018 porque estaba viviendo en Francia y, antes de regresar a España, me había propuesto terminarla. Así que lo hice. En septiembre u octubre de 2018 contacté con una editorial independiente y salió en diciembre del mismo año.
LPD: ¿Reescribirías alguna escena?
ETS: Probablemente todo el final, o sea el capítulo 10. Sentí que lo escribí muy deprisa porque quería terminar la novela antes de regresar, porque era lo que me había propuesto y me gusta cumplir con mis propias metas. Y sabía que, si regresaba sin haberla acabado, no iba a acabarla aquí porque no sentía la motivación para ello. Así que fue escrito así un poco a lo rápido y me hubiese gustado dedicarle más tiempo.
LPD: ¿Te sientes identificada con algún personaje de “Baile de lenguas”?
ETS: ¡Con todos! Pero en especial con Mari, no sé por qué, pero su personalidad es la que más ternura me daba, también tengo la resiliencia de Sabina, la seriedad de Dafne o el humor sarcástico de Ade.
LPD: Algunos escritores se basan en personas de su entorno para crear a sus personajes, ¿ha sido el caso en “Baile de lenguas”?
ETS: Sí, para las amigas de Sabina también me basé un poco en mis propias amigas. No todo iba a ser tan egocéntrico, jaja. En los agradecimientos aparecen sus nombres.
LPD: No me puedo olvidar de la portada. ¿Me puedes explicar cómo fue el proceso de creación?
ETS: Bueno, de eso se encargó la editorial. Yo tenía una hecha por mí con una silueta de bailarina y el título, así que tomaron esa de referencia y quedó muy chula.
LPD: ¿Qué le dirías a un lector que duda si leer “Baile de lenguas”?
ETS: Le diría que me encantaría tener su opinión, así que, por favor, que la leyese. Para mí, «Baile de Lenguas» es muy importante porque marcó el inicio de mi carrera como escritora. No le di mucho cariño a finales de 2018, cuando salió, porque no sentí que fuera una gran obra y que, por ello, no era merecedora de ser promocionada. Las cajas llenas de mis copias en físico vivieron en casa de mis padres desde enero de 2019 hasta agosto de 2023, cuando me decidí a darle ese cariño que aprendí que sí merecía. Ojalá le des una oportunidad y me ayudes a reconciliarme con Sabina, Marisol, Adelaida, Dafne y Yago.
LPD: Para finalizar la entrevista, si piensas que me he olvidado de preguntarte algo, ahora es tu momento.
ETS: Ha sido una entrevista muy completa, gracias por la reseña en tu blog y por esta oportunidad de permitir que me conozcan un poquito más. Si quieren seguir al tanto de mi novela actual, “Ojos de Marfil”, los invito a visitarme por Wattpad: EdithStone.
Descubre más desde Las Palabras Descarriadas
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

