¿Cuál es su significado?
Es un refrán que quiere decir que, por mucho que cambies tu apariencia externa, en tu interior siempre serás el mismo.

Aunque la mona se vista de seda, mona se queda
Origen
Es un refrán muy antiguo, que aparece recogido por Correas en «Vocabulario», obra del primer tercio del siglo XVII. También aparece en los Diálogos de Luciano de Samósata (siglo II), por poner dos ejemplos. Lo cierto es que se desconoce su origen exacto.
Fuente: El porqué de los dichos (José María Iribarren)