El origen de las expresiones populares: ¡A mí, plin!

Para los escritores es importante conocer el origen y significado de los dichos y expresiones populares, además de los proverbios, sentencias y modismos. Si los conocen podrá utilizarlos adecuadamente en sus obras sin meter la pata.
Para los lectores, es interesante tener este conocimiento para comprender el texto sin dudas.

En esta ocasión dedico este espacio a: «¡A mí, plin!«.

¿Cuál es su significado?

Significa a mí qué me importa!

¡A mí, plin!

Origen

En la época en que Prim conspiraba contra el Gobierno, solía reunirse con unos amigos para hablar de arte y política.
Una noche, se presentó un caballero que, golpeando la mesa con su bastón, dijo con voz enérgica: «¡En nombré de la Ley, daos presos!».
Cuando los jugadores se pusieron en pie, alarmados, el caballero de la bufanda se descubrió el rostro. Era Prim, qué venía huyendo de la policía. Juan Nicasio Gallego le ofreció su traje paraque saliese disfrazado de sacerdote y Nocedal se disfrazó con la ropa de Prim. Al salir este, fue detenido y llevado a la inspección, donde descubrieron su error.
Al minuto de salir Nocedal apareció una bella dama qué, excitada y nerviosa, solicitaba ver a don Juan Prim, detenido, según noticias.
»—Señora, lo sentimos mucho —dijo con retintín el jefe—, pero ese señor no está aquí detenido.
»La hermosa, sin despedirse, salió como una tromba de la inspección. A las pocas horas estaba ensayando una comedia del duque de Rivas. En un rincón charlaba con una compañera. La amiga le preguntó:
»—Pero, en resumidas cuentas, ¿a ti quién te gusta?
»—¿A mi? ¡A mi, Prim!».

Otra versión es la que sigue:

«En los días en que Prim era más popular, entraba por Recoletos, un domingo por la tarde, una real moza de servir en compañía de un tipo feo.
»Tres o cuatro sargentos, al cruzarse con la desigual pareja, se liaron a piropear a la bella moza:
»La moza, lanzando una mirada de desdén a los sargentos y de cariño a su compañero, dijo con altivo donaire:
»—Pa mi…, ¡Prim!
»Oyó la frase alguna gente, y se ha ido transformando, perdiendo el gracioso significado: el de manifestar nuestro amoroso interés que es menospreciado por los demás».

Fuente: El porqué de los dichos (José María Iribarren)

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.