Reseña. Flors per a un cadàver

Puntuación: 5 de 5.

San Francisco (Califòrnia), 1948. L’empresari Eduard T. Wilson, un home ric i capitost de diversos negocis il·lícits, encarrega a Sam Stone, detectiu privat i gran amant del jazz, la cerca d’una dona que creu morta. Unes hores més tard se suïcida. Malgrat que ha perdut el client, Stone no deixa el cas i s’endinsa en una investigació complicada i amb falses posades en escena que gairebé li fan perdre el control d’ell mateix. Amb l’ajuda de Paige Campbell, la seva brillant secretària i col·lega, defensora de la igualtat entre els sexes, i amb la de Dick Kirby, un jove sotsinspector escocès, en Sam descobrirà que res és el que sembla i haurà de fer servir la seva perspicàcia, la seva lògica i els seus dots d’observació per desenredar una trama intricada i fer encaixar les peces d’un trencaclosques que dues dones de posició notable s’entesten a impedir que resolgui. Encara que es tracta d’un relat de ficció, la majoria de les localitzacions, així com alguns fets de caràcter històric, són reals, com ho són també certs personatges que interactuen amb els protagonistes de l’obra. Flors per a un cadàver no és només el relat d’una increïble investigació, és també un homenatge als grans escriptors britànics i americans de relats detectivescs que van iniciar l’autora en la lectura de la novel·la criminal.


Reseña

Flors per a un cadàver es la última novela de la escritora catalana Anna Casamitjana. Tras Anima d’acer, Anna Casamitjana ha cambiado de registro y se ha aventurado a escribir una novela negra ambientada en el San Francisco de finales de los años 40, protagonizada por un detective, Sam Stone, un personaje que se ve atrapado en un entramado de misterio y tensión.
Como en cualquier novela de detectives que se precie, Stone recibe un encargo, que claro está, se complica porque la vida no es fácil y menos si hay crímenes por el medio, lo que lo lleva a explorar oscuros rincones de la ciudad y de la naturaleza humana.
Pocas cosas más sobre el argumento os explicaré, no debo extenderme en ese sentido; siempre se corre el peligro de hablar de más y eso es grave, sobretodo con una novela como Flors per a un cadàver.
Así que me centraré en mis sentimientos hacia la novela. Si la tuviese que resumir en una palabra diría que engancha. Desde la primera página, Anna Casamitjana consigue meterme en la novela y hacerme sentir parte del mundo en el que vive su protagonista. Me he imaginado en San Francisco. Conozco la pluma de Anna y sé que es una buena escritora, capaz de crear personajes y escenas creíbles y especiales. Aquí lo vuelve a hacer, dándole vida a un San Francisco vibrante y lleno de matices, realmente la ciudad es un personaje más. Flors per a un cadàver es una novela siempre en ascensión, con escenas que despiertan el interés del lector y las ganas de seguir leyendo, nervioso por conocer que sucederá a continuación, pero sin ganas de llegar al final, ya que cada página es un placer.
Al leerla me ha recordado a las novelas clásicas, aquellas protagonizadas por Philip Marlowe como El sueño eterno o las novelas de Erle Stanley Gardner y su personaje más conocido, el abogado Perry Mason, que se enfrentan a dilemas morales y tramas enrevesadas. Por cierto, hablando del abogado; Paige Campbell me ha recordado a Della Street, su secretaria.
La novela negra es uno de mis géneros favoritos; Flors per a un cadáver se ha convertido en un referente del género, aportando una frescura renovada mientras mantiene la esencia del misterio que tanto amamos.


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