Para los escritores es importante conocer el origen y significado de los dichos y expresiones populares, además de los proverbios, sentencias y modismos. Si los conocen podrá utilizarlos adecuamente en sus obras sin meter la pata.
Para los lectores, es interesante tener este conocimiento para comprender el texto sin dudas.
En esta ocasión dedico este espacio a la expresión “¡Agua va!“.
Origen
En el pasado se arrojaba por los balcones y ventanas las aguas sucias, al grito de ¡Agua va! para que la gente se apartase a tiempo si no quería quedar empapado con un liquido no demasiado limpio.

¡Agua va!
Referencia
«Los entonces flamantes serenos eran los únicos que velaban a las altas horas de la noche, vigilando los cuarteles de la población y cantando la hora, precedida siempre del Ave María Purísima.»Un solo grito era, hasta la medianoche, el compañero del sereno en aquella oscura soledad; y hasta que oía el último estaba el vigilante con el mayor desasosiego, sin atreverse a descansar en ningún punto, con especialidad debajo de los balcones.»Porque era el caso que abrirse con estrépito (un balcón o ventana), salir una voz diciendo ¡Agua va! y caer al suelo un golpe de agua, que la oscuridad de la noche no permitía ver si era turbia, pero que el ruido indicaba que no era muy delgada, todo pasaba en un solo momento.»Y esto es tan cierto, que si el infeliz que pasaba por debajo de una ventana no oía abrirla cuando le decían ¡Agua va!, ya había ido sobre él el agua; habiendo sucedido en una ocasión que un criado recién venido de la tierra equivocó la consigna, y por decir ¡Agua va! dijo ¡Alabado sea el Santísimo Sacramento!, a tiempo que pasaba un hombre por debajo y descubrió la cabeza para saludar a tan santa invocación».
Antonio Flores, en su obra Ayer, hoy y mañana
Fuente: El porqué de los dichos (José María Iribarren)