Conoce al autor

Las Palabras Descarriadas: Seguramente te gustan varios escritores, ¿puedes nombrar alguno?
Alonso Barán: Claro que sí. Dostoievski, Camus, Nietzsche, Sartre, Bukowski, pero no quiere decir que me gusten todos sus libros, y hay novelas que me gustan, pero no toda la trayectoria de sus escritores.
LPD: Otra pregunta complicada: ¿puedes decirme tus tres novelas favoritas?
AB: Desde luego que sí. Cartero, de Bukowski, Apuntes del subsuelo, de Dostoievski, American Psycho, de Bret Easton Ellis, La Náusea de Sartre, y lo dejo aquí porque solo tres…
LPD: ¿Y alguna novela te ha decepcionado?
AB: Sin duda La verdad sobre el caso Harry Quebert. Un auténtico fraude narrativo y de marketing. Aunque envidio mucho el éxito de su autor.
LPD: ¿Qué has leído últimamente?
AB: Acabo de terminar Política mediatizada, de Felix Ortega.
LPD: ¿Recuerdas la primera novela que leíste?
AB: Pues creo que era una de El pirata garrapata, cosas de niños.
LPD: ¿Cuáles son tus géneros literarios preferidos a la hora de escoger lectura?
AB: En realidad no tengo géneros preferidos, me gustan los libros que me hacen pensar o reír. Estoy abierto a casi cualquier cosa.
LPD: ¿Eres capaz de explicar cómo te picó el gusanillo del escritor? ¿Cuántos años tenías?
AB: Yo empecé tarde. A los treinta años. Estaba perdido, no encontraba sentido a trabajar en televisión, y escribiendo un proyecto para mi productora tuve claro que me quería dedicar a escribir. Parece muy romántico, pero fue una época muy dura.
LPD: ¿Tienes alguna obra olvidada en un cajón a la espera de salir a la luz?
AB: Una novela corta, pero no verá la luz nunca. Es mala.
LPD: ¿Cuáles son tus planes de futuro? ¿Tienes alguna obra en mente?
AB: Ahora estoy escbriendo un thriller metafísico, se supone que ya tenía que estar terminado, pero justo hoy termino la segunda versión. Soy un desastre.
Conoce la obra: «El arte de morir dos veces«
LPD: Comenzaré por el principio, ¿cómo fue le proceso de elegir el título?
AB: Ah, muy buena. Pues fue súbito, o casi. Como trata de un hombre que finge su muerte y se las ingenia para recomenzar a vivir, se me ocurrió que vivir no es una técnica, sino un arte. Y luego “morir dos veces” porque al fin y al cabo el prota morirá por dos veces.
LPD: ¿Cómo nació la idea de escribir “El arte de morir dos veces”?
AB: Pues iba cruzando la calle Santa María de la cabeza, me preguntaba qué sentido tenía vivir en una ciudad, hacer lo que hace la gente, que la vida pasa y nos vemos inmersos en corrientes sociales que ciegan nuestra existencia y que cuando te quieres dar cuenta, ya eres viejo. Y pensé en que fingir la muerte para recomenzar la vida…
LPD: Toda novela tiene alguna escena más complicada de escribir, ¿existe esa escena en “El arte de morir dos veces”?
AB: Mmm. Pues no sé, tal vez la parte de los tornados.
LPD: ¿Sabes cuánto tiempo tardaste en tener la novela lista para su publicación?
AB: Sí. Llevo una bitácora cuando escribo principalmente para flagelarme si decae mi dedicación. Fueron siete meses de lunes a domingo sin descansar. Casi pierdo la cabeza.
LPD: ¿Cambiarías alguna escena?
AB: Cambié el final. Lo volvería a cambiar ahora y lo dejaría como estaba antes.
LPD: ¿Te sientes identificado con algún personaje de “El arte de morir dos veces”?
AB: Con Solomon. ¡Noooo! Es broma. Pues sí, con Olga, era mi pareja y murió. Por eso decidí inmortalizarla en la novela.
LPD: Algunos escritores crean sus personajes basándose en personas de su entorno, ¿ha sido el caso en “El arte de morir dos veces»?
AB: Sí, con Solomon. Noooo. Antes he mencionado a Olga y déjame que piense… Ningún otro, y por suerte porque están todos como una cabra.
LPD: No me puedo olvidar de la portada. ¿Me puedes explicar su elección?
AB: Eso fue cosa del director literario de Ediciones B, y debo decir que cuanto más veo la portada, más gusta y mejor me hace sentir.
LPD: ¿Qué le dirías a un lector que duda si leer “El arte de morir dos veces”?
AB: Que no dude, que se lo va a leer de una sentada y que se quedará con la sensación de haber leído algo que no es como el resto de libros.
LPD: Para finalizar la entrevista, si piensas que me he olvidado de preguntar algo, ahora es tu momento.
AB: Cuándo será nuestra próxima colaboración? Espero que muy pronto.
Gracias por la entrevista, ha sido un placer.
LPD: Lo mismo digo, Alonso. Estaré encantada de colaborar contigo otra vez.