¿Cuál es su significado?

La expresión es un popular dicho que se utiliza para referirse a la situación en la que una persona tiene que asumir las consecuencias o la culpa de algo que no ha hecho o que no es su responsabilidad. Es equivalente a expresiones como «llevarse la peor parte» o «cargar con el muerto».

La frase se utiliza en situaciones donde alguien es injustamente responsabilizado o tiene que afrontar las consecuencias de las acciones de otros. Es una manera de destacar la injusticia de la situación, donde la persona que «paga el pato» es, en esencia, un chivo expiatorio.

Origen

El origen de esta frase es bastante curioso y se remonta a un antiguo juego popular. En este juego, un pato (real o representado) era colocado en un lugar y los participantes, a ciegas o con los ojos vendados, debían intentar capturarlo o golpearlo. Aquel que finalmente «pagaba el pato» era el que sufría las consecuencias del juego, ya fuera porque le tocaba realizar una tarea desagradable o porque se convertía en el objeto de burlas y risas de los demás.