Uno de los problemas que puedo tener como escritora es encontrar un método adecuado para organizar mis ideas. Seguro que más de uno sabe de lo que estoy hablando y ha sufrido aquel momento en que descubres que tienes una idea para una novela nueva. En ese momento solamente es una semilla que necesita de cuidados para germinar y crecer hasta convertirse en una preciosa planta y no en una mala hierba.

Imaginad una planta trepadora, para crecer adecuadamente necesita un punto de apoyo. Con la literatura sucede lo mismo. Una sola idea una idea sola no es suficiente para crear una obra si no se desarrollan otras que le sirvan de apoyo, igual que el palo sirve de sostén a la planta trepadora.

Si se investiga levemente por Internet se puede localizar diferentes programas que sirven para ayudar al escritor a escribir su obra. El más conocido seguramente sea Scrivener, que dispone de una versión trial de 30 días para comprobar si es lo que estamos buscando. Después de ese mes de tregua, su precio es de 42,07 €.

La última vez que descargué la versión de prueba no estaba disponible en español, por lo que tras comprobar su funcionamiento decidí no pagar por algo que no iba a utilizar correctamente. Ahora, para escribir este artículo he vuelto a descargarlo y me alegra ver que la versión de Windows ya está disponible en español, aunque no completamente.

De nuevo he comprobado como funciona. En dos ocasiones el programa no ha respondido por lo que he tenido que reiniciarlo y un punto importante,  la opción de la ortografía no permite seleccionar el idioma en que está escrito el texto así que es imposible corregir un texto que no se encuentre escrito en lengua inglesa.

Si Scrivener es la versión de pago, Manuskript es la opción gratuita. Aún es un programa relativamente nuevo por lo que necesita mejorar en algunos aspectos, pero aún así es una muy buena opción y disponible tanto para Windowes como para Mac y Linux.

Yo he probado ambos programas y he decidido que me quedo con Manuskript, no solamente por ser gratuito sino que su menú es más claro, aunque tiene el mismo problema con la ortografía, por lo que esa opción no es útil ni en Scrivener ni en Manuskript.

No dispone de tantas opciones como Scrivener pero a cambio existe la opción llamada «analizador de frecuencia» que sirve para comprobar el número de veces que se repite una palabra o una frase y así detectar si existe un defecto de abuso en la obra. Por ejemplo, en una novela detecté que un único capítulo habla escrito «hasta llegar a un edificio» en tres ocasiones.

En los dos programas es posible crear un esquema de capítulos y secciones, así como personajes y escenarios, así que en estos aspectos los dos programas son útiles aunque su funcionamiento difiere. Mientras que en Scrivener se crea el episodio y después se corta en escenas, en Manuskript se elige desde el inicio de cuantas secciones es cada episodio así como el número de palabras de cada una de ellas, lo que ayuda a esquematizar la obra y facilita la comprobación de que se está llegando al número de palabras adecuado según lo que se desee escribir, sea una novela larga, corta o un relato.